¿Alguna vez has sentido que tu coche hacía un ruido extraño al arrancar? ¿O has notado que el coche te pegaba tirones al comenzar la marcha? Entonces, es posible que tengas que revisar una pieza que, a priori, puede pasar desapercibida, pero tiene más importancia de la que crees: el volante bimasa.
¿Qué es el volante bimasa?
También conocido como volante motor bimasa o DMF (del inglés Dual Mass Flywheel), es un componente fundamental del embrague en los vehículos modernos. A simple vista, parece un disco de hierro con ranuras, similar al volante monomasa tradicional, pero está formado por dos masas unidas por muelles.
Tres funciones principales del volante bimasa
- Absorbe las vibraciones del motor, gracias a su diseño con dos masas y muelles, considerablemente y proporcionando una conducción más suave y cómoda.
- Protege la caja de cambios de las vibraciones, prolongando su vida útil.
- Al reducir las vibraciones, ayuda a mejorar la eficiencia del motor y a disminuir el consumo de combustible y las emisiones.
¿El volante bimasa se cambia? ¿Cuándo?
No hay una respuesta única a esta pregunta, pero hay que tener en cuenta que es una pieza de desgaste, por lo que no es eterna. Sin embargo, no es usual que se cambie por sí sola. Se suele aprovechar el cambio de embrague para renovarla, ya que normalmente viene incluida en el kit. Además, depende de varios factores, como el tipo de vehículo, forma de conducir y kilometraje. En general, se recomienda revisarlo cuando notes:
- Vibraciones excesivas en el asiento o el salpicadero, especialmente al ralentí, al arrancar o al cambiar de marcha.
- Tirones de coche al iniciar la marcha o al frenar.
- Ruido metálico al pisar el embrague.
- Dificultad o brusquedad para cambiar de marcha.
En algunos casos, el volante bimasa puede llegar a romperse, ocasionando daños graves en el motor y la caja de cambios. Por ello, se recomienda revisar el embrague (con el volante bimasa) cada 150.000-200.000 kilómetros.
¿Se puede conducir con el volante bimasa roto?
Como poder, puedes, pero no es recomendable para nada, ya que puede causar varios problemas, como:
- Daños en el motor como los pistones, las bielas o el cigüeñal.
- Daños en la caja de cambios, especialmente los engranajes.
- Puede causar daños en otros componentes del vehículo, como la transmisión o los frenos, lo que podría provocar un accidente.
¿Cómo puedes alargar la vida a tu volante bimasa?
Con estos sencillos pasos:
- Evita arrancar o acelerar bruscamente.
- No sobrecargues el vehículo.
- Evita conducir con el embrague pisado.
- Substituye el embrague cuando sea necesario.
¿Qué coches tienen volante bimasa?
Es más común que lo tengan los coches con motores diésel o con motores de baja cilindrada. En general, el que un coche lo tenga o no dependerá de:
- Tipo de transmisión. Los coches con cambio manual tienen más probabilidad de tenerlo que los automáticos.
- Tipo de motor. Aunque los dos tipos de motores: diésel y gasolina pueden llevarlo, los motores diésel suelen generar más vibraciones, por lo que es más común que lo lleven.
La mejor manera de saber si tu coche tiene volante bimasa es consultar el manual del vehículo.
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