Reducir la contaminación ambiental es parte importante en el sistema de un vehículo. Por eso, cuentan con un sistema de control de emisiones, diseñado para disminuir la cantidad de gases nocivos que expulsan a la atmósfera. Con el tiempo, este sistema puede presentar fallos, lo que no solo afecta al rendimiento del vehículo sino también al medio ambiente y a tu bolsillo en términos de multas y reparaciones. En este post conocerás qué es el control de emisiones, por qué falla, cómo arreglarlo y, lo más importante, cómo mantenerlo en óptimas condiciones el mayor tiempo posible.
¿Qué es el control de emisiones?
El control de emisiones son mecanismos y tecnologías implementadas en los vehículos para minimizar la liberación de gases nocivos al medio ambiente. Estos gases incluyen monóxido de carbono (CO), óxidos de nitrógeno (NOx), hidrocarburos (HC) y dióxido de carbono (CO2). Algo que tienes que tener en cuenta es que los componentes no son los mismos en un sistema de emisiones de un coche gasolina que diésel:
Diésel
- Filtro de Partículas Diésel (DPF). Captura y almacena el hollín (partículas de carbono) de los gases de escape. Se regenera periódicamente quemando el hollín acumulado.
- Sistema de Reducción Catalítica Selectiva (SCR). Utiliza un agente reductor (como AdBlue) para convertir los óxidos de nitrógeno (NOx) en nitrógeno (N2) y agua (H2O).
- Catalizador de Oxidación Diésel (DOC). Oxida los hidrocarburos (HC) y el monóxido de carbono (CO) en dióxido de carbono (CO2) y agua.
- Recirculación de Gases de Escape (EGR). Redirige una porción de los gases de escape de vuelta al motor para reducir la formación de NOx.
- Sensor de oxígeno. Monitorea la cantidad de oxígeno en los gases de escape para ayudar a ajustar la mezcla de combustible.
- Sensor de NOx. Mide la cantidad de óxidos de nitrógeno en los gases de escape para optimizar el funcionamiento del SCR.
Gasolina
- Catalizador de Tres Vías (TWC). Convierte los hidrocarburos (HC), el monóxido de carbono (CO) y los óxidos de nitrógeno (NOx) en dióxido de carbono (CO2), agua (H2O) y nitrógeno (N2).
- Sensor de oxígeno.
- Recirculación de Gases de Escape (EGR).
- Filtro de Partículas (GPF).
- Sistema de Diagnóstico a Bordo (OBD). Monitorea el rendimiento del motor y el sistema de control de emisiones, alertando sobre cualquier fallo.
- Evaporative Emission Control System (EVAP). Captura los vapores de combustible del tanque de gasolina y los dirige al motor para su combustión en lugar de permitir que se liberen.
¿Por qué suele fallar el control de emisiones?
Existen diversas causas que pueden provocar fallos, desde las más simples hasta las más complejas. Entre las más comunes se encuentran:
- Acumulación de carbonilla que con el tiempo pueden obstruir el convertidor catalítico y EGR.
- Los sensores pueden fallar o ensuciarse.
- Las válvulas del sistema de control de emisiones, como la válvula EGR o la válvula PCV, pueden obstruirse.
- Los combustibles de baja calidad pueden acumular impurezas en el sistema de escape.
- Daños en el catalizador.
¿Cómo arreglar el sistema de control de emisiones?
Si tu vehículo presenta problemas, lo más recomendable es acudir a un profesional cualificado para que pueda diagnosticar el problema de forma precisa y realizar las reparaciones que necesites. Sin embargo, como proceso informativo, te damos algunos pasos generales que se realizan a la hora de diagnosticar y solucionar problemas comunes:
Diagnóstico inicial
- Códigos de error. Utilizar un escáner OBD-II para leer los códigos de error almacenados en el sistema del vehículo.
- Inspección visual. Revisar el sistema de escape y los componentes relacionados en busca de daños visibles, corrosión o conexiones sueltas.
Soluciones comunes
- Sensor de oxígeno. Si el escáner indica un fallo en el sensor de oxígeno, habría que reemplazarlo.
- Convertidor catalítico. A veces, una limpieza del convertidor catalítico con aditivos específicos puede resolver el problema.
- Sistema EGR. Limpiar o reemplazar la válvula EGR si está obstruida o dañada.
- Filtro de partículas diésel. Si el DPF está obstruido y no puede regenerarse, es necesario reemplazarlo.
Verificación posterior
- Borrar los códigos de error. Una vez solventado el problema, usar el escáner OBD-II para borrar los códigos de error y realizar una prueba de conducción para asegurar que el problema ha sido resuelto.
- Prueba de emisiones. Realizar una prueba de emisiones para confirmar que el vehículo cumple con las normas ambientales.
¿Cómo mantenerlo correctamente?
Para mantener un sistema de control de emisiones, tan solo hay que seguir estos sencillos pasos:
- Cambia el aceite y filtros según las recomendaciones del fabricante.
- Intenta no usar siempre combustible de gasolineras low cost.
- No ignores la luz de Check Engine. Si se enciende, llévalo en la medida que puedas a un profesional.
- Alterna viajes largos en carretera con ciudad para permitir que el sistema de escape se limpie.
- Realiza algunas aceleraciones bruscas para lograr evacuar la mayor cantidad de residuos.
- Usa aditivos de combustible de vez en cuando para limpiar el sistema de inyección y el convertidor catalítico.
- Como recomendación, también puedes utilizar limpiadores de EGR y DPF para mantenerlos en buen estado.
A veces, parece que el sistema de control de emisiones está ahí sin hacer ruido, pero cuando falla, puede dar mucho la lata. Comprender cómo funciona y cuáles son los principales motivos por los que puede fallar puede salvarte de gastar más de lo necesario. Con un mantenimiento adecuado y una conducción consciente, puede ser que nunca veas encendido el testigo del motor (Check Engine). No olvides que no solo hablamos de ahorro monetario, también de un aire limpio y un entorno más saludable para todos.
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